Escrito por Olga Luica Diaz Yepes, 27-Agosto-2011, Cali Colombia
Leer todos los días sobre las sangrientas masacres y constante violencia en México me hace recordar toda la pesadilla que vivimos en Colombia en la década de los noventas cuando los narcotraficantes se habían tomado el país tanto que lograron colocar un presidente financiado por el dinero maldito de la droga.
Aquí era terrible ir a una discoteca y allí se encontraba un narco y a este le gustaba alguna mujer el que acompañara a esta si no aceptaba que su novia o esposa estuviera con el
narco era hombre muerto.
Los muertos eran cosas de todos los días y donde el dinero de los carteles compraba
todo.
En México donde se han disparado los secuestros y los métodos para torturar y asesinar a
sus víctimas es realmente espeluznante;, colgar a la gente muerta de los puentes o quemar un casino con la gente adentro no puede ser más que demente. Ataque
Cuando en Colombia se decidió que no podíamos solos enfrentar a estosdelincuentes con todo el poder de dinero, se decidió pedir ayuda a la comunidad internacional y por eso se creó el plan Colombia que trajo la ayuda de los Estados Unidos quienes vinieron a ayudar con tecnología de última generación y entrenamiento para nuestras fuerzas públicas esto empezó a dar resultado porque uno a uno fueron cayendo los narcos más poderosos fueron sacados de sus escondites.
Sin embargo México prefiere hundirse en el abismo y sucumbir ante los narcos que han corrompido a las fuerzas públicas y el poder político antes que aceptar ayuda internacional aduciendo que aceptar la es entregar su soberanía y por eso ante la imposibilidad de ganar la guerra a los narcos ahora salen a proponer la legalización de la droga.
De todas las similitudes entre Colombia y México, la más preocupante puede ser la violencia que es cada vez más penetrante. Ya no sólo el comercio de cocaína y
de heroína se caracteriza por el derramamiento de sangre, e incluso el de marihuana, que tradicionalmente ha generado poca violencia, está ahora acompañado de asesinatos horrendos; de hecho, las peores y más sangrientas masacres de los últimos años en
México han involucrado el tráfico de marihuana, no de drogas más duras.
México todavía puede evitar el trágicocamino que siguió Colombia, pero el tiempo se acaba. Si la política mexicana continúa con la estrategia de librar la guerra
solos, la violencia y la corrupción que han convulsionado a Colombia van a convertirse gradualmente en el pan diario de los mexicanos. La realidad brutal es que el poder de los narcos mexicanos es tan grande que esta corrompiendo toda la sociedad mexicana y terminara con acabar con ella.
Por eso esta situación debe ser también preocupación del gobierno de los Estados Unidos porque esta guerra se está librando en su vecindario y por eso los oficiales estadounidenses tienen que decidir si desean arriesgarse a tener “otra Colombia”-sólo que ahora directamente en la frontera sur del país; sino quiere lidiar con los problemas que traería un desenlace de este tipo, la administración Obama tiene que cambiar su política sobre el tema de las drogas y lo tiene que hacer pronto. Obama